Cuando me invitaron a esa “red social” donde podéis encontrar a tus amiguitos de la escuela y/o/u conocidos con los cuales te querías conectar, me sentí levemente conquistada. Nunca llegué a abrir un mySpace, ni a actualizar el perfil de Messenger, en fin.
Algo reacia a hacer pública mi vida, terminé conquistada…así pues, he pasado unos añitos metida en esa cosa donde, como han inventado por ahí, no hay nada oculto pero, como herramienta comunicacional al fin, se puede aprender de sus versatilidades.
Facebook ha acortado el proceso de conquista entre dos personas:
Ha disminuido el número de citas que se requieren para conocer a un chic@ (si queréis saber cuándo cumple años, ve al facebook, si queréis saber qué libros ha leído, ve al facebbok, si quereis conocer qué música suele escuchar, ve a facebook, si quereis saber donde estudió, si, regresa al facebook.
Pero no solo esta mágica red social nos ha permitido hurgar gratis en la vida de otra persona, sino que nos ha dado excusas también pa´dejarlas …si queréis descubrirle algo al pibe, revísale el facebook, si queréis conocer qué hizo la noche anterior , revísale la fotos, si, también en el facebook, si queréis atraparlo en algo, si señores, conéctense en su facebook, pues entre el cielo y facebook, no hay nada oculto

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